Centros de recepción de migrantes en tránsito, que apuntan a ser un espacio central y conocido para prestarles apoyo, con asistencia básica inicial y alojamiento.
El centro de recepción de la Cruz Roja italiana recibe a hombres migrantes que entran y/o están en tránsito en el país (principalmente de África occidental y oriental) y les presta asistencia, alojamiento y ayuda para integrarse en la comunidad (cuando sea necesario). Cuando llegan, los migrantes se registran y se someten a reconocimientos médicos. También asisten a una sesión de información sobre su ubicación, los derechos y la manera de buscar asilo en Italia. El centro está equipado con dormitorios con baños y duchas privadas, una cafetería, una lavadero, un gimnasio y una sala de televisión para los residentes. Los migrantes están autorizados a permanecer en el centro, pero todos pueden entrar y salir con libertad. El centro también ha desarrollado una serie de buenas prácticas en materia de integración e inclusión social, para potenciar la autonomía de los migrantes. La mayoría de los beneficiarios de larga duración terminan su experiencia en el centro con un trabajo. La institución también ofrece servicios sociales y asistenciales a las personas más vulnerables de la comunidad local. Las autoridades locales aprecian al centro como un modelo en términos de seguridad, aceptación y percepción. A menudo se pide al personal del centro que promueva el modelo en otras regiones. Se ha desarrollado un programa de formación para los que administran las instalaciones de acogida, a fin de garantizar que se respetan las normas mínimas, incluso por otros proveedores de servicios (ajenos a la Sociedad Nacional).
Los Centros de Atención para el Migrante Irregular (CAMI) es una iniciativa liderada por el Gobierno de Honduras a través del Instituto Nacional de Migración. Los centros ayudan a los migrantes internacionales que entraron en el país de forma irregular. Hay tres posibilidades aplicables a los migrantes : 1) expulsión, 2) permiso para transitar por el país durante 72 horas, 3) regularización de su estancia. El CAMI ofrece los siguientes servicios a los migrantes: 1) alojamiento discriminado por sexo (en promedio, un migrante permanece de tres a ocho días), 2) comida caliente (tres comidas al día) respetando las preferencias culturales de las personas, 3) aseos y servicios de higiene, 4) zona de ocio con televisión y juegos de mesa; 5) lavadero, 6) servicios médicos y primeros auxilios, 7) de apoyo psicológico, 8) llamadas y 9) vigilancia. Además, el centro trabaja con diferentes lenguas (personal bilingüe – español e inglés) y ha contratado traductores, en caso necesario.
Los centros tienen capacidad para asistir anualmente a 12 000 personas en tránsito por Italia y a cuatrocientas personas en estancias de larga duración.
(CAMI prestó servicio a unos 20 000 migrantes irregulares en 2015)
Propósito: [P1] centrar la atención en abordar las necesidades inmediatas de los migrantes que llegan a Italia; [P4] reconocer el derecho de los migrantes a recibir apoyo a su llegada con independencia de su situación legal.
- La complejidad de los procedimientos administrativos y jurídicos vinculados al proceso de solicitud de asilo.
- El trabajo en red es fundamental para la prestación eficaz de los servicios; la Cruz Roja Italiana ha trabajado en estrecha colaboración con las redes locales, municipios, fundaciones, asociaciones de jóvenes, con el fin de fomentar una relación de confianza y facilitar la inclusión social.
- Es importante poner a disposición de la población local los servicios que puedan ser pertinentes entre los servicios prestados, a fin de fomentar la aceptación del centro.
- Es importante respetar las diferentes preferencias culturales de las personas.
Prácticas eficaces
Smart practices report and database survey
Acerca del informe
People migrate in pursuit of a better life for themselves and their families. As described in the International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies’ (IFRC) Policy on Migration, “migrants are persons who leave or flee their habitual residence to go to new places – usually abroad – to seek opportunities or safer and better prospects.
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